Dolor, angustia, preocupación, horror, desolación...
Todo es poco para nombrar lo acontecido éstos días en el Pueblo Chileno.
Frío, miedo, hambre, abandono...
Nada es suficiente para determinar el estado anímico del Pueblo Haitiano.
Incertidumbre, incredulidad, nerviosismo, adulteración...
Es todo lo que se me ocurre para decir lo que sucede en el corazón del Río Negro.
Me podría pasar las horas escribiendo acerca de los desastres naturales,
aunque no me parece lo más acertado en éstos momentos de tanto dolor.
Pero si que quiero hacerme cargo de contar lo que deberíamos de hacer a la par de ayudar a todos los necesitados en las tragedias.
Lo primero sería dejar de lanzar al espacio dardos envenenados
porque siempre damos en la diana.
Lo segundo y no por ello menos importante, sería dejar de inyectar tantas drogas en las "Venas" de nuestro maltrecho planeta. Nuestros ríos cada vez más contaminados,se quejan a su manera. Se desbordan como para decirnos " Basta Ya ", estamos hartos de tener que lavar y cribar vuestras impurezas, no somos simples depuradoras de basuras, no estamos aquí para sólo limpiar vuestras inmundicias, no recorremos tantos y tantos kilómetros para que nos cebéis con todos vuestros desperdicios.
Nosotros os hemos entregado a lo largo de muchos siglos todo lo bueno que llevamos dentro y ustedes nos lo pagan con tanta "mierda".
No es justo, no nos lo merecemos y por eso estamos hartos, ahora toca devolverles el daño.
Del mismo modo están actuando las demás fuerzas del Planeta, nos están reprochando tantos y tantos años de humillación, de depravación ( si es que se puede usar aquí ésta palabra ), de abusos, de destrozos, de mutilaciones, de sobreexplotación... de tantas y tantas vejaciones.
Ha llegado la hora de su venganza y de verdad que se lo vamos a tener que pagar.
Nos sentarán a todos en el banquillo de los acusados y nos expondrán unos hechos que harán que se nos caiga la cara de la vergüenza,-pero ya será tarde-, la sentencia está dictada desde antes incluso de habernos sentado, ahora sólo toca pagar por lo hecho.
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