Villasumil de Ancares

Villasumil de Ancares
Este es el pueblo de Villasumil de Ancares, en el nació y murió mi Padre y en él pasé parte de los mejores años de mi vida.

La influencia de la luna

La influencia de la luna
Desde el principio de los tiempos, la Luna ejerce un inmenso poder sobre nuestro planeta. Los Lobos y los perros le cantan. El mar se mueve a su ritmo. Los amantes se despojan de sus vestidos y de sus máscaras, y, además, hace que todos los gatos sean pardos.

sábado, 18 de septiembre de 2010

MINEROS DEL BIERZO

Tuve la suerte de que llegado a este mundo, el destino, me tuviese preparado nacer en el seno de una familia minera, viendo la luz por primera vez, una fria y larga noche de Otoño.
Mi familia, como tantas otras, cansada de recoger las castañas y enfrascadas en alguna matanza durante todo ese mes de noviembre, procuraban darle a sus espaldas el merecido descanso en las escasas, frías y poco mullidas "camas", que por aquel entonces permitían sus hogares. Y si bien es cierto que por ese u otros motivos no estaban muchos de ellos allí para darme la bienvenida...he que reconocer que como muchos otros niños y niñas nacidos en aquellos tiempos, llegué a este mundo rodeado de cariño.
De las pocas caras que me encontré al abrir los ojos, una, era la cara de un minero, y aunque en aquel preciso instante yo no podía saber de quien se trataba, no hizo falta que pasara mucho tiempo para aprender a conocerla, respetarla y sobre todo "quererla".
La cara de ese minero que yo vi por primera vez... Era la cara de mi Padre...
Trabajaba mi padre en una pequeña mina de carbón de la también pequeña cuenca minera de Fabero del Bierzo. Una mina de las muchas minas que había por allí. Una mina negra con la boca negra, que día a día, cada mes y año tras año ...se tragaba a todo un pueblo. Una mina que se abastecía diariamente con el sudor de unos cuantos, la sangre de muchos, y las ilusiones de todos.
Su tarea, como la de cualquier otro minero, era la de arrancar el carbón que crecía en las entrañas de la tierra para transformarlo luego en el pan con el que alimentaba a su familia...Pronto...Sus deseos e ilusiones se marcharon con él, emprendiendo un largo viaje hacia nuevos horizontes donde, quien sabe,algún día, podamos volver a estar todos juntos.
Yo guardo su imagen en mi cabeza desde el preciso instante en que le vi por última vez, antes no me había hecho falta, pero al mismo tiempo, los alargados brazos de la sombra del recuerdo me transportan muchas noches hacia un tiempo ya vivido, en el que él, todavía está presente.
A medida que pasaban los años crecían dentro de mi las mismas sensaciones que podían crecer dentro de cualquier otro hijo de minero Y al igual que todos los habitantes de nuestra comarca, aprendí a caminar por la cuerda floja del sobresalto o del miedo. No he llegado a conocer a nadie a quien las garras del dolor no le hubiese cuanto menos que arañado. Y todos, desgraciadamente todos hemos tenido que aprender a vivir pendientes de alarmantes sirenas tras las cuales siempre se asomaba una nueva desgracia. Lo que le pudiera ocurrir a cualquier miembro de tu familia es comparable a lo que le pudiera ocurrir al miembro de cualquier otra familia. La tensión y los nervios se convierten en inseparables compañeros de viaje a lo largo de toda tu vida y no consigues que ningún sentimiento se normalice con el paso del tiempo. Aprendes a la fuerza que no es cierto que con los años todo pueda olvidarse. Consigues controlar a algunas de tus emociones realizando grandes esfuerzos, pero nada es nunca suficiente como para que se calmen la mayoría de tus temores. Sufrír por tus padres y hermanos, por tus tíos o por tus primos, por tus sobrinos y tus cuñados, por los amigos de la infancia, los vecinos de toda una vida, los conocidos en las tabernas, "los compañeros del relevo", es el día a día en la vida de un Pueblo minero, y compartir el dolor de las tragedias con las familias que las sufren es lo que nos hace distintos a los demás ...lo que nos diferencia!. Todos, sin distinción de credos o rangos sociales crecimos rodeados por las mismas sensaciones y por las mismas emociones, a través de las cuales, supimos construir una forma de vida que nos ha llevado a ser como somos y a vivir como solamente nosotros podemos vivir.
Nuestro orgullo se forjó en el mismo horno donde se funde el hierro y cada piedra de carbón quemada en aquellas" Fraguas ", arde formando las llamas que sólo surgen cuando se queman juntos el carbón, el sudor y la sangre.

Luego el paso de los años nos ayudó a comprendernos, y para poder resistir día tras día el largo vacío que nos dejan nuestros seres más queridos, nos hemos tenido que ir apoyando los unos en los otros, todos con todos, generación tras generación...

El mar del Bierzo

El mar del Bierzo
Muchos inviernos, camino de Ponferrada, ¡allá por el alto de Ocero !; Pude ver decenas de veces ésta imagen... Siempre me recordó al mar.

Buscar este blog

PUEBLOS DE ANCARES

PUEBLOS DE ANCARES
CANDIN

Pueblo del Bierzo

Pueblo del Bierzo
Langre

Mi pueblo

Mi pueblo
Mis recuerdos

Fabero se esconde tras la noche

Fabero se esconde tras la noche

Una postal desde mi ventana

Una postal desde mi ventana
Recuerdos de mi niñez