El camino se siembra de piedras tras los pasos de los que las esquivan,
siendo otros los que aún sin verlas,
cierren sus ojos para no tropezarse con ellas.
Entre tantos estrechos senderos llenos de pozos de lodo," donde caerse no es lo peor ",
resulta inmensa la fortuna de los que consiguen salir sucios!!.
Cuando lo injusto es más justo ante la propia justicia que la razón, el incansable caminante se mezcla en la meta con las voluntades menos poderosas de razones, y se le hace fácil olvidar que con las razones se sostienen las opiniones y las doctrinas.
Que con las pruebas se sostienen las opiniones, las doctrinas y los hechos. Que los argumentos son razones explayadas y ordenadas con cierto orden lógico o retórico, y que si esto es así, es porque así lo han decidido "el entendimiento ", "el discurso", "la prueba y el argumento", y no los que los coaccionan.
Los que se alimentan con las almas de las desgracias de los que no pueden saltar los muros tras los que se esconde la felicidad, hacen cojos a los más ágiles, mancos a los más fuertes y sumisos a los más valientes.
Mezclan sus sonrisas negras disimuladas entre los dientes blancos de tantas bocas sucias, mientras se lavan en manantiales de salivaciones infinitas. Te dicen lo que tú quieres oír y luego se esconden tras sus corbatas, con la misma rapidez que nos enseñan la mejor cara de sus trajes... Políticos!.
Villasumil de Ancares
La influencia de la luna
martes, 27 de noviembre de 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
EL LLIONES Y LA PRINCESA LLEIDIANA---1ª PARTE
Cuentan las malas lenguas que sólo era un Llionés petulante, engreido y fantasmón, capaz de inventarse cualquier historia con el único propósito de presumir delante de sus amigos. Cuentan también los que dicen que le conocían, que no pasaba de ser más que un soñador atrevido, con una imaginación desbordante, aunque atolondrada.
Decían además las lenguas de la envidia,- pues así es como deberían de llamarse-, que a la vuelta de cualquiera de sus viajes, se dejaba ver por la plaza del pueblo más hinchado que un pavo real en celo.
Vamos, que si se les hiciera caso a todos aquellos que le querían
"TAN BIEN", se podria pensar que era un ser ruín y despreciable.
Y desde luego que no había nada que se hayase más lejos de la realidad!.
Sus amigos, que no tenían la necesidad de hablar de él, sino con él; Le querían y le respetaban y siempre se mostraban ansiosos de que les contara su última aventura. Y, como si de un cuento de los hermanos GRIMM se tratara, permanecían atentos a todos sus relatos absortos ante cualquiera de sus movimientos o ademanes.
Nadie sabe como lo conseguía, cual era el truco que utilizaba para tenerlos tan atrapados o tan boquiabiertos, ni cuanto habría de real en sus relatos o cuanto se estaría inventando. En el fondo, lo que realmente era importane es que cada historia que salía de su boca superaba a la anterior. Y ésta que estaba a punto de contarles, sería sin duda la más real y extraordinaria de todas.
La historia de el Llionés y la princesa Lleidiana. 1ª parte.
Decían además las lenguas de la envidia,- pues así es como deberían de llamarse-, que a la vuelta de cualquiera de sus viajes, se dejaba ver por la plaza del pueblo más hinchado que un pavo real en celo.
Vamos, que si se les hiciera caso a todos aquellos que le querían
"TAN BIEN", se podria pensar que era un ser ruín y despreciable.
Y desde luego que no había nada que se hayase más lejos de la realidad!.
Sus amigos, que no tenían la necesidad de hablar de él, sino con él; Le querían y le respetaban y siempre se mostraban ansiosos de que les contara su última aventura. Y, como si de un cuento de los hermanos GRIMM se tratara, permanecían atentos a todos sus relatos absortos ante cualquiera de sus movimientos o ademanes.
Nadie sabe como lo conseguía, cual era el truco que utilizaba para tenerlos tan atrapados o tan boquiabiertos, ni cuanto habría de real en sus relatos o cuanto se estaría inventando. En el fondo, lo que realmente era importane es que cada historia que salía de su boca superaba a la anterior. Y ésta que estaba a punto de contarles, sería sin duda la más real y extraordinaria de todas.
La historia de el Llionés y la princesa Lleidiana. 1ª parte.
domingo, 22 de julio de 2012
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